Lewis Edward, un expolicía acusado por extorsiones de carácter sexual a más de 200 menores, recibió condena de cadena perpetua. En la red social Snapchat, se presentaba como un adolescente de 14 años.
Tras haberse ganado la confianza de muchas chicas menores de edad, pidió a 210 de ellas, de entre 10 y 16 años, que le enviaran imágenes pornográficas que grababa de forma secreta. El expolicía, de 24 años, chantajeaba a muchas de sus víctimas, amenazándolas con contar todo a sus familias, obligando a las menores a enviarle más imágenes. Incluso llegó a amenazar a una joven con poner explosivos en su casa y matar a sus padres si no seguía con los envíos, según publicó la agencia AFP.
La jueza Tracey Lloyd-Clarke, registradora de Cardiff, dijo al tribunal que no podía obligar a Edwards a asistir al tribunal para recibir su sentencia. Al describir sus delitos, dijo que «el acusado tenía un patrón de comportamiento. Se puso en contacto en línea con una chica. En el juicio desarrollado en Cardiff (Gales), fueron escuchados los testimonios de algunas jóvenes que pensaron en suicidarse, que sufrieron depresión y que se autolesionaron.
«El acusado se hacía pasar por un niño de su misma edad. Preparaba psicológicamente a sus víctimas, manipulándolas hasta que recuperaba el control. Cuando sus víctimas no cumplían sus órdenes, las amenazaba hasta que hicieran lo que les decían […] Incluso cuando le dijeron que la víctima se estaba autolesionando o tenía tendencias suicidas, el acusado no se detuvo», dijo.