G7 impone más sanciones contra de Rusia
Estados Unidos y Reino Unido ya habían anunciado sanciones en contra de Rusia, en especial sobre las exportaciones de oro.
Los líderes de las siete naciones más industrializadas acordaron este viernes nuevas sanciones sobre las exportaciones de «equipos industriales, herramientas y otras tecnologías que Rusia usa para reconstruir su maquinaria de guerra» en Ucrania.
«Reafirmamos nuestro compromiso de hacer frente común a la guerra de agresión ilegal, injustificable y no provocada de Rusia contra Ucrania», declararon los jefes de Estado y de gobierno del grupo.
El paquete, anunciado en una cumbre en Hiroshima, Japón, también incluye medidas contra entidades acusadas de llevar material al frente en beneficio de Moscú.
Más temprano, Estados Unidos ya había anunciado nuevas sanciones contra Moscú para restringir el acceso de Rusia a «productos necesarios para sus capacidades de combate». Reino Unido, por su parte, aplicó medidas contra el sector minero ruso y en particular la industria del diamante.
En su comunicado, el G7 se comprometió igualmente a «restringir el comercio y el uso de diamantes extraídos, tratados o producidos en Rusia».
Londres y Washington son los primeros en confirmar una nueva ronda de sanciones contra Moscú en el marco de la cumbre del G7.
Desde Hiroshima, Japón, el primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció que su Gobierno prohíbe “todas las importaciones de diamantes, cobre, aluminio y níquel rusos”.
Específicamente, el veto a los diamantes rusos podría resultar en gran medida simbólico, a menos de que se lleve a cabo junto con otros países, ya que Reino Unido previamente ha impuesto aranceles punitivos del 35 % a los diamantes y metales de la nación invasora.
Pero se espera que la multimillonaria industria de diamantes rusos sea abordada por las siete potencias durante el encuentro que se extenderá por tres días, adelantó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Ese rubro ruso está valorado en entre 4.000 y 5.000 millones de dólares al año, por lo que es una fuente fundamental de ingresos para el Kremlin mediante los impuestos al sector.