Renuncia jefe de inteligencia militar israelí por fracaso el 7 de octubre

El jefe de inteligencia militar de Israel dimite por su “responsabilidad” en el fracaso del régimen en la operación palestina «Tormenta de Al-Aqsa» del 7 de octubre.

“El mayor general Aharon Haliva, en coordinación con el jefe del estado mayor general, ha solicitado poner fin a su cargo, asumiendo su responsabilidad de liderazgo como jefe del directorio de inteligencia en los eventos del 7 de octubre”, ha informado el ejército israelí en un comunicado publicado este lunes.

“La agencia de inteligencia bajo mi mando no cumplió la tarea que se nos había confiado. Llevo ese día negro conmigo desde entonces, día tras día, noche tras noche, llevaré conmigo para siempre el terrible dolor de la guerra”, escribió Haliva en su carta de renuncia presentada al ejército israelí.

Poco después de la guerra de Israel contra Gaza, Haliva anunció públicamente que, como jefe del departamento militar responsable de mantener la seguridad del régimen, era culpable de no haber avisado a las autoridades del régimen sobre la operación palestina.

Por lo que se esperaba que Haliva, así como otros líderes militares y de seguridad, dimitieran en respuesta a la derrota que precedieron al 7 de octubre y al alcance de la violencia.

De esta manera, Haliva se convierte en el primer alto cargo del ejército israelí que dimite por su papel en el ataque más mortífero de la historia de Israel. Se espera que luego de esta renuncia se produzcan más repercusiones dentro de las filas de los militares israelíes.

En este contexto, expertos militares israelíes advierten que dimitir en un momento en que Israel está involucrado en varios frentes de batalla es irresponsable y puede interpretarse como un signo de debilidad.

Si bien Haliva y otros han aceptado la culpa por no detener el ataque, otros se han quedado cortos, en particular el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien ha dicho que responderá preguntas difíciles sobre su papel, pero no ha aceptado directamente la responsabilidad de permitir el ataque.

Israel emprendió una guerra genocida respaldada por Estados Unidos contra la población de la Franja de Gaza el 7 de octubre, tras sufrir una derrota sin precedentes en la operación Tormenta de Al-Aqsa, lanzada en respuesta a décadas de crímenes del régimen contra los palestinos. Desde entonces, Israel ha matado a más de 34 mil palestinos, la mayoría mujeres y niños.