Tras caer Zambada, cinco cárteles se disputan su territorio

La caída de Ismael «El Mayo» Zambada es uno de los acontecimientos más importantes del año en curso. Tanto así, que se sabe (aunque sea doloroso de reconocer) marcará la historia de México para generaciones venideras. Miles de jóvenes, ahora adultos, crecieron con la concepción de este personaje en sus mentes, estuvieran o no relacionados a los territorios que dominaba el capo de Sinaloa.

Tras la captura de Zambada, las autoridades mexicanas y estadounidenses se mantienen vigilando en búsqueda del efecto dominó. Por ahora, gracias al portal de noticias MILENIO, se conoce el epicentro de la ola de violencia y caos: el desierto de Sonora, la entrada a Arizona y al «sueño americano».

Durante el siglo pasado, la ruta desde Obregón hasta Arizona estuvo bajo el control del Cártel de Sinaloa. Pero tras la detención de Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo», los grupos delictivos aceleraron la fractura inminente de la agrupación.

En estos momentos, son cinco facciones las que se disputan el control de la zona y el tráfico de migrantes a los Estados Unidos: Los Chapitos, Los Guanos, la gente de Rafael Caro Quintero y las tropas de Ismael Zambada, según datos brindados a MILENIO por un agente de la Patrulla Fronteriza. A pesar de las recompensas millonarias ofrecidas por el gobierno estadounidense, ningún grupo criminal cede y en cambio se lanzan a una sangrienta guerra sin cuartel.

Cada una de estas facciones posee a su propio grupo armado: Los menores tienen a Los Deltas y Los Pelones como sus brazos armados; Los Salazar a Los Salazares; El Guano a Los Cholos; Caro Quintero al Cártel de Caborca y El Mayo a Los Rusos, Los Gigios y, en menor medida en la región, a las Flechas MZ.

Sin «El Mayo» Zambada en el camino, es probable que incursione otro grupo criminal en la zona: el Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes tienen células importantes en el sur de California y que podría aprovechar para moverlas al desierto y conquistar la zona.

K.I.C.E.