Estados Unidos. La mayoría de las cuatro millones de personas que se quedaron sin servicio ya lo recuperaron, aunque persisten los problemas de acceso a agua potable. Días atrás el gobernador criticó a las plantas eólicas y solares del fracaso.
La crisis causada por la tormenta de nueve dejó un saldo de 57 muertes
Mientras millones de personas comienzan a tener energía eléctrica en sus hogares, luego de días en penumbras, el gobernador Greg Abbott responsabilizó a las turbinas de viento y la energía renovable por el fracaso.
“Esto muestra cómo es que el Green New Deal sería un trato mortal para Estados Unidos”, dijo Abbott al ultraderechista Sean Hannity en Fox, el pasado martes.
“Nuestro viento y nuestra energía solar quedó sin funcionar, y colectivamente representan más del 10% de nuestra red eléctrica (…). Esto demuestra que los combustibles fósiles son necesarios”.
Estas declaraciones le hicieron ganar una ola de críticas, mientras más de cuatro millones de personas intentan regresar a la normalidad, aunque las condiciones aún son difíciles y en un ambiente gélido.
Los operadores de la red de electricidad de Texas informaron el viernes que el sistema volvió a operar con normalidad y que el estado de emergencia fue suspendido debido al mejoramiento del clima, aunque los cortes del servicio continúan.
Casi 185 mil viviendas y negocios todavía estaban a oscuras el viernes por la mañana según la página web poweroutage.us, comparado con unos 3 millones dos días atrás. Las autoridades advirtieron que aún podría haber apagones selectivos limitados.
Más de 335 mil personas entre los estados de Virginia a Luisiana no tenían electricidad y 71 mil en Oregon padecían una semana de apagón luego de una enorme tormenta de hielo y nieve.
Las empresas de electricidad desde Minnesota hasta Texas utilizaron apagones escalonados para aliviar la presión sobre sus redes, pero los apagones que aún persistían en Texas se debían al mal tiempo, según el organismo que maneja la red en el estado, ERCOT.
